sábado, 31 de octubre de 2009

Poema de José Asunción B. B.


En un paraje muy lejano,
dos pequeños hermanos,
lloraban con desconsolación.
Niño varoncito cuidaba con valor,
¡a su hermana de su propia aprension;
lágrimas salían de sus ojitos,
suspiros de dolor quebraban su corazón.
Una bella hada apareció,
(sin ton, ni son)
y les dijo con dulce voz:
¡Vengan niñitos, los llevaré a su casita!
¡Vengan corazón, ya no lloren por favor!
Los hermanitos sonrieron,
y cada uno le dio su mano sin temor.
Pero, al caminar ya un largo trecho,
se dieron cuenta del error,
y al mirar al hada,
en una fez bruja se convirtio.
Reía sin parar.
Reía sin cesar.
Y los hermanitos de temor,
empezaron a llorar.
Sin embargo,
la niñita para si pensó:
alguna vez fue hada,
tal vez tenga buen corazón.
Y al menor descuido de la fea bruja,
un beso de compasión le dio.
Y he aquí, que la bruja descarriada;
volvió a ser una bella hada,
y con una sonrisa le contestó:
- ¡Gracias, pequeño, corazón!

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